martes, 26 de julio de 2016

Celebrando una boda en Salones Badia


¡Hola!

Este pasado fin de semana estuve de celebración de bodas. Es una experiencia que temía desde que diagnosticaron la celiaquía, y creo que con razón. El evento tuvo lugar en Salones Badía.

Desde el momento en que entré se encendieron mis alarmas. Busqué mi mesa y descubrí que en todos los platos estaban puestas las servilletas con la pieza de pan encima. Primer error; teniendo en cuenta que ya se había avisado de la llegada de una persona celíaca, se debería haber sabido en qué mesa me iba a sentar y haber dejado una pieza de pan sin gluten en mi plato; o simplemente haber utilizado pan envuelto en bolsitas, de formas que no se pueda dar la contaminación cruzada. En fin, mi pareja de acercó a hablar con la camarera más cerca para informarle de lo ocurrido. La muchacha se acercó a mí y me dijo que no me preocupara, que ya tenían previsto mi llegada y que lo del pan era provisional.

Cuando llegó con la nueva pieza de pan me pidió que la cambiara por la que había en mi plato. Me quedé muy extrañada: ¿coger yo la pieza de pan y poner en el sitio donde ha estado ese mi pan sin gluten? En ese mismo momento me di cuenta de la carencia en la formación sobre manipulación de alimentos y alérgenos. Le dije a la chica que no podía hacerlo así, que necesitaba otra servilleta, pues la mía estaba llena de migas. Como ella no reaccionaba y yo no sabía qué hacer, mi novio acabó envolviendo el pan en la servilleta, con cuidado de no derramar ni una miga en mi plato y se lo dio a la camarera. Ella depositó el pan sin gluten en mi plato y fue a por otra servilleta para mi. Pero eso no fue todo.

De entrantes teníamos unos platos con canapés y otros con chacinas variadas. De ahí tomé lo que pude, apartándome antes de que el resto tocara los platos. Cuando llegó mi primer plato acabé escandalizándome: salmorejo. ¿A quién se le ocurre ponerle a una persona celíaca ese plato? ¡Pero si tiene pan! Tenía la opción de cambiarlo por una ensalada, pero dicha ensalada estaba cubierta de salsa rosa, por lo que no sabía si podía tomarlo. Al final opté por no comer. Justo después pusieron un plato con pescado frito. Todo un rebozado que tampoco pude tocar.

De segundo me habían preparado un plato de merluza. Al fin algo que podía comer. A pesar de que el trozo de pescado era minúsculo, al menos pude llevarme algo a la boca. Las patatas no estaban fritas, por lo que comí con relativa tranquilidad.

El colmo de todo llegó en el momento del postre. Me pusieron un plato de tarta (la misma tarta que al resto y que me apuesto lo que sea a que llevaba gluten). Me quedé sin postre. Mi novio me lo retiró lo antes que pudo ante la mirada extrañada del camarero que lo había servido y que creo que no tenía ni idea de lo que estaba pasando.

En fin, después de esta experiencia, no me quedé del todo tranquila con la manipulación de alimentos; no sé si acabé consumiendo gluten o no. Así, considero que el servicio de catering no estaba cualificado para atender las necesidades de una persona celíaca, dando muestras de un total desconocimiento. No ha sido una comida apta para celíacos.

lunes, 25 de julio de 2016

Isla Mágica sin gluten

¡Hola!

Esta vez quiero hablar de mi primera visita a Isla mágica como celíaca. La verdad es que tengo que reconocer que ha sido una buena experiencia.



Hay varias zonas en el parque donde un celíaco puede comer sin problemas. En los único lugares donde no encontramos comida es en los kioscos.



En el fuerte tenemos una buena variedad. Hay un menú específico para celíacos, que puedes reservar por teléfono, con tres primeros platos para elegir y tres segundos. Te proporcionan pan sin gluten y de postre hay tarrinas de helado sin gluten.

Por otra parte, en otros pequeños restaurantes de la zona tienen otro menú para celíacos más barato que consiste en nuggets de pollo.

En cuanto al trato tengo que reconocer que mejor no podría haber sido. Informé de que era celíaca y pidieron mi comida, que llegó al rato. Tuvieron mucho cuidado con que no se diera la contaminación cruzada. Me dejaron una bandeja en la que otra muchacha puso pan sin darse cuenta y me cambiaron la bandeja sin que yo tuviera que decir nada. La verdad es que comí contenta y tranquila. La comida estaba muy rica.

Así, ya estoy tranquila de que puedo ir a Isla Mágica siempre que quiera, pues puedo comer tranquilamente allí. Me alegra ver que el personal estaba bien formado.

De cómo me enteré de todo

Buenas.

Este blog comienza porque hace poco descubrí que soy celíaca y estoy empezando a descubrirlo todo sobre la intolerancia al gluten y cómo llevar una alimentación diferente. Todo esto me pilló por sorpresa y al principio me costó mucho adaptarme (de hecho, todavía no me veo 100% adaptada). He pasado por muchas experiencias y no he recibido ayuda alguna, por lo que quiero que este blog sirva de ayuda a toda aquella persona que, como yo, no tiene a quien recurrir.

Me enteré de esto hace muy poco. Llevaba años teniendo problemas de anemia, tanto por parte del hierro como de la vitamina B12 y ácido fólico. He estado durante unos 10 años realizándome analíticas de sangre cada 3-6 meses y ya estaba bastante harta. Necesitaba saber si había algún motivo por el cual tenía estas carencia o si, por el contrario, era algo natural en mi organismo y tendría que estar tomando vitaminas el resto de mi vida. Por ello, acabamos pidiéndole a mi médico de cabecera, otra vez, que por favor me mandara a un especialista.

Después de 10 años lo conseguí. Me mandaron a un especialista que me mandó una variedad de pruebas: analítica al microscopio de sangre (más completa), endoscopia, colonoscopia, radiogragía y ecografía abdominal (la ecografía aún no me la han realizado y me queda hasta septiembre). En la endoscopia es donde dieron con la celiaquía. Me realizaron una biopsia de duodeno y me observaron atrofia intestinal. Una vez el médico supo lo que era, me llamaron por teléfono para que recogiera los papeles de los resultados y me mandaron a digestivo de urgencia y un tac abdominal. El TAC ya me lo he realizado, pero al médico de digestivo no lo veré hasta septiembre (menos mal que era urgente).

Así descubrí que soy celíaca. Me dieron unos papeles con los alimentos que puedo comer y los que no y no me dijeron nada de la contaminación cruzada. Menos mal que tengo amigos que me lo recordaron y que he realizado un curso de manipulación de alimentos en el que me explicaron el protocolo a seguir en caso de intolerancias alimentarias.

A partir de ahora me dedicaré a reportar mis experiencias en los distintos lugares a lo que vaya y publicaré alguna que otra receta de dulces que realice. Todavía no he tenido éxito haciendo pan, pero lo conseguiré.

Un saludo y gracias por leer.